Skip to main content

Los nostálgicos, los románticos, los soñadores, los Cruyffistas, el dream team, los del Guardiolato, los que añoran las épocas de los holandeses, los que confundían el blaugrana con la naranja mecánica, los amantes de Stanley Kubrick, los del toque, los del tiki taka, los que disfrutaban de Andrés Montes, los valedores de Rijkaard, la sonrisa de Ronaldinho, el gol de Koeman, los que añoran el fútbol de antes, el abonado que se sienta cada domingo en su butaca del Camp Nou, el culé que se ha tenido que conformarlo con verlo en el bar… Todos y cada uno de ellos hoy están felices. Todos sienten una lágrima cayendo por sus ojos. Hoy recuperaron a su Barcelona. Hoy recuperaron un estilo que creían perdido. Hoy volvieron a reconocerse en su equipo. Volvieron a ver brillar el centro del campo, el toque y la Masía.

fc-barcelona-v-real-madrid-cf-la-liga-5bd5f002ffce3bbeca000003.jpg

Hoy el Barça goleó al Real Madrid pero la noticia no debe de ser el resultado, ni el desbarajuste defensivo del Real Madrid, ni la destitución de Lopetegui y sus cambios incomprensibles, ni el VAR, ni la roja o no roja a Luis Suárez, ni siquiera el propio uruguayo. Hoy la única noticia que debe gritarse a lo largo de todo el planeta es que el FC Barcelona volvió a sus orígenes Cruyffistas. Hoy el Barcelona recuperó su fútbol. Hoy, los avis catalanes lloraron recordando sus momentos de juventud, sus sonrisas en el Camp Nou. Olvidaron las crisis, los errores y la política de fichajes que les aleja de la Masía, de la joventut culé. Incluso olvidaron el juego, en ocasiones rácano, que propone Valverde. Vieron a un Barcelona sin prisas, tocando una y otra vez, que brilló en la primera mitad.

fc-barcelona-v-real-madrid-cf-la-liga-5bd5f07086b8ca3320000001.jpg

Esa primera mitad con la que muchos culés soñarán una y otra vez. Un recuerdo difícil de olvidar. Un Arthur que en cada partido deja detalles de Xavi, del jugador que ya no está, y que dominó la sala de armas junto a Busquets, que volvió a ser el mejor del mundo en su posición. Luis Suárez llevando la batuta de líder y Coutinho haciendo valer los millones que costó. Jordi Alba volviendo a ser una bala por la banda y dejando sin argumentos a Luis Enrique. Y probablemente lo más importante, Sergi Roberto siendo el mejor del partido. En una época de millones y millones, fichajes estratosféricos, un canterano que supo esperar su oportunidad, que incluso se ha adaptado a una posición que no es la suya para poder defender los colores que brillan en su corazón, ha sido uno de los mejores del partido.

fc-barcelona-v-real-madrid-cf-la-liga-5bd5f0d49bbbd52713000001.jpg

El FC Barcelona tocó, tocó, tocó y volvió a tocar. Como aquel gamer que tiene la X desgastada. Tocó hasta ver a Jordi Alba corriendo en un espacio y ofreció verticalidad al juego. Tocó como se debe tocar, con intención de hacer daño, de cansar la basculación del rival hasta encontrar espacios. Fiereza en los espacios. Le valieron con el toque y en los momentos de sufrimiento en la segunda mitad. Verticalidad tocada para contraatacar. Fiereza con "tiki taka". Estilo Barça. Can Barça sonríe, saluda con cinco dedos a todo el fútbol de LaLiga. Saluda a los críticos, a los valedores del nuevo fútbol de la selección francesa. El Barcelona vuelve a ser bastión del toque. Guardiola, desde Manchester, también sonrió.