El Real Madrid debe empezar a medir su política de fichajes jóvenes
La última etapa de Florentino Pérez en el Real Madrid se está viendo marcada por la llegada de jóvenes promesas. Si repasamos las estadísticas del club blanco, el porcentaje de fichajes mayores de 25 años desde la segunda etapa de Florentino Pérez es realmente bajo. El presidente aprendió tras sus errores con el Real Madrid de las vacas sagradas y los galácticos. Hoy nos hemos despertado con la ofensiva de los blancos por Brahim Díaz, hace unos días la reunión con el Corinthians por Pedrinho… en los últimos días y con las urgencias del Real Madrid por fichar, esta política se ha intensificado.
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Una política que llena de dudas el Santiago Bernabéu. El Real Madrid, club que se vanagloria de ser el mejor del Siglo XX y de seguir siéndolo en la actualidad, al menos en la Champions League, realiza apuestas un tanto arriesgadas al realizar altas inversiones por jugadores que todavía no han demostrado nada. Jugadores que pueden conducir a error. El último caso y que todavía siembra dudas es Vinicius. El brasileño solo ha realizado un buen partido con el primer equipo y ha sido contra un equipo de Segunda División B, categoría en la que más está participando tras ser bajado al Real Madrid Castilla. Un traspaso a precio de galáctico para jugar en Segunda B, aunque ese no es el tema a tratar en estos momentos.
Vinicius, Rodrygo, Palacios, Pedrinho, Brahim Díaz… estos son los últimos nombres que suenan para vestir la elástica blanca. Nombres que no ilusionan al madridismo pero que pueden terminar levantando pasillos. Pueden ser Marcelos o Robinhos. La experiencia es un grado y yo puede que no tenga la edad suficiente para compararme con el diablo, pero sí para afirmar que la virtud está en el centro y el Real Madrid está llevando su filosofía demasiado al extremo. Debe seguir apostando por jugadores jóvenes procurando no cortarles la formación pero también necesita de futbolistas contrastados para tirar del carro y hacer honor al escudo que lucen en el pecho. El Real Madrid es un equipo de primera gama mundial y no un jardín de infantes.
