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Ayer vivimos en Ipurúa otra debacle más del Real Madrid esta temporada. Una derrota por tres goles a cero dejó al club blanco sin respuesta, siendo arrollados en todo momento por un Éibar que fue mejor en todo momento del partido.

Ahora bien, ¿De quién es culpa realmente? la respuesta es fácil, de los jugadores. Cuando estaba Julen Lopetegui al mando, las culpas eran para él, pero ahora, ya con Solari, el equipo parecía mejorar, aunque no fuer en el juego, sí en resultados. Pero ayer, los jugadores mostraron de nuevo una actitud realmente mala.

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El Éibar, más que por aptitud, ganó por actitud. Salieron como si fuera el último partido de su vida, y el Real Madrid salió a ver que pasaba, como si el partido ya estuviera ganado, y si haces eso a estos niveles en el fútbol, sea el equipo que sea, son futbolistas profesionales y si tienen más actitud te ganarán sí o sí.

En conclusión, si el Madrid quiere optar a algún título esta temporada, deberá mejorar uno de los aspectos más importantes en el fútbol, las ganas de ganar, y estos jugadores parecen, hasta el momento, cansados de ganar.