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La mala suerte persigue a Karius. El guardameta alemán salió del Liverpool tras una final de Champions para olvidar. Su destino fue el Besiktas, se marchó cedido a Turquía para olvidar el pasado y empezar de cero. Sin embargo, desde su salida es habitual que aparezca en vídeos una vez al mes con alguna cantada nueva. 

Su equipo se enfrentó, como visitante, al Sarpsborg en un encuentro que empezaron perdiendo por 2 goles a cero con dudosas actuaciones del meta. El Besiktas pudo remontar con dos goles de Jeremain Lens y uno de Vágner Love. El gol definitivo llegó en el minuto 90.

Con el segundo gol, obra de Heintz, se generó un debate. El tanto, desde fuera del área, pudo haber sido un golazo en vez de un gran fallo de Karius. Decimos pudo porque las repeticiones dejan claro que no lo fue. El portero del Besiktas estaba siguiendo la jugada demasiado adelantado, dejándose la portería algo atrás, una posición propicia para que un rival utilizara una vaselina. El gol de Heintz llegó en el minuto 5 y supuso el segundo para los suyos, esto tampoco deja en buen lugar a Karius.

No le deja en buen lugar porque en el primer gol pudo hacer algo más. Un balón a la espalda de su defensa por el que incomprensiblemente Karius avanzó hasta fuera del área de forma torpe y tardía para evitar la carrera del delantero. Rashaf Muhammed, el autor de gol, le sobrepasó de manera fácil y anotó a placer.