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Se viene la final de la Copa Libertadores y en Madrid solamente se habla de la posible violencia que habrá entre hinchas de River y Boca. Es por esto que la justicia está actuando rápidamente y comenzaron a deportar a personas que serían peligrosas para el evento.

El primero fue Maxi Mazzaro, histórico barra brava de Boca, que fue acusado como supuesto partícipe necesario de un homicidio en 2011. Por eso, al ingresar a España fue deportado y se justificó al llegar al país.

"No iba a la cancha. Iba de vacaciones a pasar la Navidad a Barcelona con mi familia", declaró Mazzaro. Así también, afirmó que no va a la cancha hace cinco años y lanzó duras acusaciones contra el Presidente de Boca.


“A mí me tiene de hijo Angelici hace rato”, agregó el barra brava que buscó en todo momento defenderse y aclarar que su viaje a Europa no tenía nada que ver con el partido entre River y Boca.

Horas después de su deportación, también no permitieron el ingreso de un barra brava de River. Esta situación mantiene alerta a los barras de ambos equipos y a la justicia española que buscará que no ingresen ninguno de los violentos al país.