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'Parecía que si... pero no' es una de esas bonitas expresiones del castellano que nos permite expresar algo que aparentemente iba a pasar, iba a ser de una manera, pero finalmente no termina siendo. Es la expresión de la esperanza convertida en frustración. La final de la Copa Libertadores de ayer parecía que se iba a los penaltis... pero no, el Atlético parecía que si iba a ganar la Champions... pero no, y así una infinidad de ejemplos.

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Ousmane Dembélé se ha convertido en la clara representación de esta expresión, parecía que por fin había entrado en vereda, que había comprendido las normas dentro del Barça y se estaba adaptando. Parecía que si... pero no. Después de varios partidos rindiendo bien y siendo importante en el equipo, aportando incluso goles, ayer volvió a llegar tarde al entrenamiento.

Ernesto Valverde citó ayer a sus jugadores a las 11 de la mañana en Sant Joan Despí para el entrenamiento de recuperación tras el derbi del sábado del Espanyol, con el objetivo también de comenzar a plantear el choque ante el Tottenham de este martes en Champions. Según informaron los medios cercanos al club blaugrana, el jugador francés llegó casi dos horas más tarde excusándose en que se había despistado, y terminó el entrenamiento solo.

Este suceso ya se había producido semanas antes en varias ocasiones, cuando el joven extremo culé incluso llegó tarde a un partido, pero últimamente estaba cumpliendo con sus obligaciones. Sin embargo, el futbolista volvió ayer a las andadas y las críticas desde la prensa y las redes sociales no se han hecho esperar.

El propio Dembélé demostró que se interesa por lo que dicen sobre él en las redes al marcar como 'me gusta' la publicación en Twitter de uno de los periodistas de RAC1, Gerard Romero, en las que hacía referencia al gran rendimiento del futbolista sobre el césped y al mal comportamiento fuera de él. Y también se hizo eco de un tuit en el que se le recomendaba dormir dentro del centro de entrenamiento para no llegar tarde.