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Leo Messiva camino de batir su propio récord de tiros libres anotados en una temporada. El argentino a estas alturas ya lleva cuatro goles marcados a balón parado (entre todas las competiciones) tras los dos tantos que le hizo al Espanyol el pasado fin de semana, mientras que en toda la campaña pasada se hizo siete (seis en Liga). 

Unas cifras que no son para nada casualidad, sino fruto del trabajo día a día, pues el lanzamiento de falta no era una especialidad de Messi en años anteriores. De hecho, en sus cuatro primeros cursos con el primer equipo del FC Barcelona no marcó un sólo gol desde esta modalidad. Fue en la temporada 2008/2009 cuando el delantero se estrenó tras trece lanzamientos de falta.

Desde entonces, Messi siempre ha anotado al menos un tanto a balón parado cada año y su lanzamiento ha ido evolucionando progresivamente con el paso del tiempo y de los entrenamientos. Sin embargo, desde hace dos temporadas, se han producido una serie de cambios a nivel interno y externo que han permitido al futbolista alcanzar sus cifras más altas.

El primero de los cambios es que ahora tira más faltas y, por tanto, tiene más oportunidades de marcar gol. Mientras que en campañas anteriores siempre ha lanzado entre 40 y 50 tiros a lo largo del año, en la 2017/2018 tuvo un total de 72 lanzamientos y en esta lleva 19. Además, la inclusión del famoso 'spray' que llevan los colegiados ha permitido también que dichos balones lleguen más a portería. Antes era habitual ver estrellarse el balón en la barrera ya que los jugadores se adelantaban sin ningún tipo de control, pero ahora eso ya no es posible.

A nivel interno, tres han sido los factores que han hecho perfeccionar este arte a Leo Messi. Tal y como ha analizado el diario Marca, el primero de los cambios y el más importante es la colocación de la pierna de apoyo del argentino. Mientras que antes arqueaba más su pierna derecha, ahora tiene un mayor apoyo (50 grados) y eso hace que tenga una mayor estabilidad y control del golpeo del balón.

También ha modificado su colocación frente a la pelota. Ahora se pone delante del esférico y arquea el cuerpo antes de golpear. Por último, gira el cuerpo de forma diferente antes de pegar ese 'latigazo' colocado y a la escuadra.