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La salida de José Mourinho del Manchester United era algo más que previsible viendo el transcurso de la temporada de los 'Red Devils'. Es cierto que el portugués ha conseguido clasificar a los de Old Trafford para los octavos de final de la Champions League, pero su sexta posición en la Premier League, a 19 puntos de un Liverpool líder y a 11 de la cuarta plaza que permite disputar la máxima competición europea la siguiente temporada han pesado más.

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A la situación deportiva del equipo hay que sumar todo lo sucedido fuera del terreno de juego entre el técnico de Setúbal y el vestuario o la prensa. Mourinho se había quedado muy solo, tenía en su contra a gran parte de la plantilla y sus encontronazos con jugadores como Paul Pogba han sido el día a día de los diarios deportivos británicos. El propio entrenador hacía tiempo que sabía de su fatal futuro en Manchester y sus actuaciones en rueda de prensa, ante las cámaras al finalizar los partidos y en otras intervenciones ante los medios dejaban ver una ligera predisposición por parte de 'The Special One' para forzar su despido.

Y es normal que quisiese que fuese la directiva quien se encargase de echarle, según informaban todos los medios ingleses tras conocerse la noticia de su despido, el portugués recibirá una suma cercana a los 26 millones de euros a modo de finiquito. Sin embargo, el no es el único que sale ganando económicamente hablando tras su despido.

El diario 'The Sun' se hacía eco esta misma mañana de una noticia estrechamente relacionada con la marcha de Mou y su vestuario. Al parecer, Alexis Sánchez habría apostado 20 mil libras con Marcos Rojo a que despedirían al técnico luso. Según los periodistas que firman el artículo, el chileno envió un mensaje por un grupo de Whatsapp con algunos jugadores haciendo gala de su acierto y alegrándose de él, afirmando: "Mira, yo dije que tuvierais paciencia".

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Esta noticia no ha sentado muy bien en la directiva de Old Trafford, que no entiende la necesidad de uno de los jugadores mejor pagados del equipo de apostar en contra de su propio entrenador. Mientras tanto, el chileno seguro que está disfrutando no solo con su apuesta ganada, sino también con la salida del propio José Mourinho. Como se entere, seguro que pide su parte.