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Tras el gran escándalo que se armó entre Marcelo Gallardo, entrenador de River Plate, y la Confederación Sudamericana de Fútbol (CONMEBOL) tras los hechos ocurridos en la serie ante Gremio por la Copa Libertadores de América, el ente se vio obligado a modificar el reglamento para evitar que vuelva a ocurrir.

El problema se dio cuando el "Muñeco",  que estaba suspendido, tuvo contacto con su cuerpo técnico mediante un intercomunicador y luego se metió en el vestuario, violando las normas.

Por ese motivo el organismo sudamericano lo castigó con cuatro partidos más, donde en la final de ida ante Boca ni siquiera pudo tener acceso a La Bombonera. Como el reglamento nunca estuvo 100% claro respecto de las comunicaciones, a partir de lo ocurrido se cambió el artículo 116.


“La utilización de equipamientos de comunicación por los miembros de la comisión técnica está permitida de acuerdo al que establece las Reglas de Juego. No obstante, los jugadores y/o miembros del cuerpo técnico suspendidos para un partido no podrán de cualquier forma comunicarse con su equipo, directa o indirectamente, estando o no en el estadio donde el partido se va a jugar. En caso de incumplimiento, el club, el entrenador y/o jugador estarán sujetos a apertura de expedientes de la Unidad Disciplinaria con las respectivas multas y sanciones previstas en el reglamento disciplinar”. Clarito, ¿no?