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Después del sorteo de Copa del Rey del pasado viernes, los aficionados vamos a poder presenciar hasta tres clásicos en menos de un mes. Viendo la temporada de cada equipo, uno podría pensar que el Barça iba a pasar por encima del Real Madrid, pero en las últimas semanas está corriendo el optimismo en el seno del equipo blanco, y hay motivos para ello.

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La dinámica en el equipo entrenado por Solari se ha invertido y del pesimismo y del hecho de pensar que la temporada estaba perdida, que era un año de transición, se ha pasado al juego solvente, sin alardes, y a los buenos resultados. El equipo no enamora con su estilo, pero gana, que es lo más importante, y no lo hace mal del todo.

Al Barça, se le han visto ciertas vestiduras. En Copa se ha llevado dos derrotas y este fin de semana en Liga el Valencia se lo hizo pasar mal. Al final remontaron ambas eliminatorias y empataron en Liga, pero hay que recordar un nombre: Lionel Messi. Seguramente acabará jugando, pero el Barça, sin el argentino, es mucho menos equipo y por ahí el Real Madrid debería hacer daño, aunque luego puede pasar lo que ocurrió en el Camp Nou en octubre y le metan al Madrid un 5-1 sin el argentino jugando.

Pero no son situaciones comparables. El Real Madrid de Lopetegui llegaba al Camp Nou casi en coma, moribundo, y aun así pudo empatar el partido y sometió al Barcelona durante buena parte de la segunda mitad. Esta vez parece que hay un XI claro, un equipo más en forma, la delantera hace goles y la defensa no es un coladero, sino que es más sólida. Motivos hay para pensar en hacer un buen partido de ida.

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Cosa distinta será lo que ocurra en dos partidos de finales de mes y principio de marzo. Ahí ya habrán jugado en Champions, el Real Madrid se habrá enfrentado al Atlético en Liga y la moral, dependiendo de cómo se salga de esos encuentros, será de una manera u otra. A los dos les espera un calendario duro, de ahí que no se pueda afirmar que sea el mejor momento del Madrid para afrontar los tres partidos contra el Barcelona, es decir, no se puede hablar tan a largo plazo, pero una cosa parece más clara, es, a priori, el peor momento del Barça para enfrentarse al Madrid.