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El empate a uno es un resultado muy común en cualquier partido, un marcador que en liga permite el reparto de puntos y en eliminatorias supone una igualdad máxima que lleva a ambos equipos a la prórroga o deja la eliminatoria abierta para el partido de vuelta. El FC Barcelona y el Real Madridterminaron así su duelo en la ida de la semifinal de la Copa del Rey el pasado miércoles, en tablas.

Sin embargo, pese a ser uno de los resultados más ajustados que se pueden dar en cualquier encuentro, los blancos partirán con cierta ventaja en el partido de vuelta. Desde que entró en vigor la norma por la que el gol en campo visitante vale doble el empate en el partido de ida favorece en la mayoría de las ocasiones al equipo que juega como local la vuelta, y no lo digo yo, lo dicen las estadísticas.

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Fue en la temporada 1993-1994 cuando esta regla del doble valor de los goles como visitante en caso de empate se instauró en la Copa del Rey y desde entonces han sido 153 eliminatorias a doble partido las que comenzaron con un empate a uno en el encuentro de ida. En el 72 por ciento de estos partidos, es decir, en 110 ocasiones, el equipo que jugó la vuelta en su estadio, como el Real Madrid en este caso, consiguió el pase a la siguiente ronda. Y solo en 43 partidos, el 28 por ciento, fue el equipo visitante quien superó al rival.

La estadística va más allá pues el resultado se repitió y la eliminatoria llegó a la prórroga, y a los lanzamientos desde el punto de penalti, cuatro veces. En estos cuatro casos el equipo visitante fue quien terminó por llevarse el partido y la eliminatoria, que este año caería del lado blaugrana. Y también habría que tener en cuenta que de las 153 eliminatorias, solo en 19 de ellas fue necesario recurrir a la norma del valor doble de los tantos fuera de casa y ahí el local sale ganando por quince a cuatro.

Atendiendo a esto, el Real Madrid, según los números, que tan solo son eso, números, tendría más posibilidades de llegar a la final de la Copa del Rey en el Benito Villamarín. Pero en un partido el único número que importa es el de goles, y ahí el que más consiga es el que se llevará el gato al agua.