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La forma que tuvo Gareth Bale de festejar su gol y reivindicarse frente al Atlético de Madrid le puede costar caro al Real Madrid y al propio jugador. La Liga de Fútbol Profesional ha denunciado ante el Comité de Competición de la Federación Española de Fútbol el corte de manga que Gareth Bale hizo a los aficionados del Atlético en el derbi del pasado domingo en el Wanda Metropolitano.

LaLiga relata así los hechos: “En el minuto 73 de partido, y tras anotar el jugador del Real Madrid CF, Gareth Bale, dorsal 11, el tercer gol de su equipo, en la celebración de este, siendo audible en la grabación audiovisual del partido algunos abucheos de parte de los aficionados locales, agita el brazo derecho llevándoselo a la proximidad de su cabeza, en previsible signo de provocación animosa al público, efectuando posteriormente un ademán de posible significado obsceno y despectivo levantando el brazo doblado y golpeándose en la mitad de él con la otra mano”.

Pues bien, este festejo del galés le puede costar muy caro tanto al club como al propio jugador: la pena puede ser de hasta 12 partidos

El código disciplinario de la Federación, según recuerda LaLiga, tipifica las conductas que atentan contra la dignidad y decoro deportivos (en su artículo 89) y las contrarias al buen orden deportivo (en sus artículos 100 y 122); y de modo concreto, las provocaciones al público, en sus artículos 93, para los casos en que se provoque animosidad en el público, y 121, para los casos en que no se consiga provocar esa animadversión. Las posibles sanciones para esas provocaciones varían en función de si concurre esa conducta configuradora del tipo infractor: si se produce, se sancionará al infractor con suspensión de cuatro a doce partidos; si no se obtiene la animosidad del público, la suspensión será de uno a tres partidos o por tiempo de hasta un mes.


La decisión ahora queda en manos del Comité, según su apreciación de lo ocurrido.