Isco debería guardar silencio y aprender de Rabiot

Los días van pasando y el caso Isco está lejos de encontrar una solución amistosa. La imagen del centrocampista sentado en el banquillo es ya una estampa habitual en cada partido del Real Madrid. El jugador sabe de antemano que tenía todas las de perder en este asunto pero aún así aceptó el pulso con su entrenador y Solari ha salido más que reforzado.

Isco no es un jugador que se calle las cosas y ha respondido a cada golpe, pero con esta actitud lo único que ha logrado es quedarse en un papel secundario y cada vez con menos apoyos tanto en el vestuario como entre los aficionados. El jugador se ha equivocado en su forma de proceder y hubiese sido más beneficioso para él, y también para el equipo, adoptar la postura de Adrien Rabiot.

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El jugador francés se negó a renovar su contrato con el PSG y fue apartado del equipo, pero lejos de provocar un incendio que le hubiera situado en el ojo del huracán ha guardado silencio y se está entrenando como el que más, algo que precisamente se le ha reprochado a Isco. Y es que el centrocampista parece que se ha acomodado y en los entrenamientos no trabaja al cien por cien como otros de sus compañeros que luchan por cada oportunidad de vestir esta camiseta.

Dos jugadores, dos casos similares pero con diferentes maneras de afrontarlo. Puede que Rabiot esté sentenciado en el PSG y a pesar de sus esfuerzos no vuelva a vestir la camiseta del conjunto francés, pero su esfuerzo será recompensado y promete desencadenar una batalla entre los equipos que quieran hacerse con sus servicios. En el lado opuesto está Isco que con cada acción y con cada gesto ha ido cavando su propia tumba. Pero todavía queda temporada por delante y el centrocampista malagueño puede revertir su situación si efectivamente cambia de actitud.

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El mano a mano lo ha perdido y ahora sólo le queda trabajar y trabajar si quiere jugar un papel importante en este equipo de aquí a final de temporada. Y no sólo debe trabajar por su presente, también por su futuro. Esta exposición mediática a la que se ha expuesto Isco le hace un flaco favor a su imagen de cara al mercado. El futuro del jugador está ligado al de Solari y si el argentino permanece en el Bernabéu la próxima temporada, las puertas de salida estarán abiertas de par en par para un Isco que no puede dañar su reputación en el mercado con desplantes, enfrentamientos con la grada y actitudes poco correctas fuera del terreno de juego.

Sus acciones desde que Solari llegó al banquillo no sólo le están pasando factura en estos momentos sino que también pueden hacerlo en un futuro no muy lejano. El tiempo corre en contra de Isco pero todavía puede dar un lavado de cara a su imagen dejando su ego a un lado y, aunque su relación con Solari no vaya a terminar de manera amistosa, sí puede mejorar su caché para que llegado el momento los grandes de Europa se peleen por él y si sale del Bernabéu pueda hacerlo con la cabeza alta.

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