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No es muy común encontrar futbolistas que se enamoren de otros u otras jugadoras, lo normal es ver a los más famosos junto a modelos, cantante, actrices... o simplemente con su amor de la juventud o la infancia. David Beckham y Victoria, Cristiano e Irina o Georgina, Messi y Antonella... sus relaciones terminan siempre por salir a la luz y se convierten en la comidilla de los medios de comunicación más sensacionalistas, protagonizando portadas y páginas y páginas de cotilleos.

Sin embargo, la historia que nos ofrece ahora la cadena británica BBC Three no la hemos visto muy a menudo, quizá porque no se ha dado o quizá porque no ha salido a la luz. El documental 'Britain's Youngest Football Boss' que ha producido la televisión inglesa cuenta las vivencias de dos futbolistas que juegan en equipos distintos, pero eso no les impide mantener una romántica relación cuando cuelgan las botas y se alejan del césped.

Ellas son Ramona Bachmann y Alisha Lehmann, la primera lidera el equipo femenino del Chelsea y la segunda es una joven promesa en el West Ham United. Ambas son suizas, juegan en la misma categoría y en la misma liga, la Women’s Super League de Inglaterra, y se enfrentaron hace no mucho en un duelo en el que las 'bleus' se impusieron con dos tantos de Ramona, pero eso se queda en el campo, fuera de él no importan los colores.

Ramona tiene 28 años y una carrera dilatada en el fútbol femenino profesional inglés, en el documental comenta que “hay muchas cosas positivas en el estar con alguien que hace lo mismo que tú. Ella sabe lo que pienso y yo también la comprendo a ella”. Por el contrario, Alisha, que tiene 20, admite que “era mi ídolo cuando empecé a jugar a fútbol. Es muy buena, técnica y rápida... pero si nos marca me sentiré realmente mal”.

No sabemos que sucedió cuando Ramona y Alisha se reunieron tras su cara a cara dentro del terreno de juego, la del Chelsea anotó dos goles para dar la victoria a su equipo, pero la de West Ham podrá cobrarse la revancha el próximo 31 de marzo en su campo. Lo que está claro es que esta es una preciosa historia que necesitaba ser contada para servir como ejemplo a todo el mundo, un ejemplo de como se debe separar lo profesional de lo personal, aunque a veces ambas cosas estén tan unidas por algo tan bonito como el amor por el fútbol