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Esta misma semana hemos visto las renovaciones de los técnicos de dos de los banquillos más importantes de España y de Europa, el Atlético de Madrid y el FC Barcelona. Primero fue Diego Pablo Simeone quien firmó su ampliación de contrato hasta 2022; el argentino seguramente siga vinculado al club colchonero hasta entonces. El segundo, Ernesto Valverde, cerró su mejora y extensión de contrato ayer mismo, tres meses antes de que el plazo llegase a su fin.

Sin embargo, pese al aumento de sueldo que ha recibido el extremeño y que le sitúa entre los técnicos mejor pagados de nuestro país, no parece ser algo definitivo como en el caso de Simeone. El propio técnico azulgrana afirmó en la rutinaria rueda de prensa previa a cualquier partido de La Liga, en la que el duelo ante el Valladolid pasó casi desapercibido para centrarse en la renovación, que "las intenciones de los clubes y los entrenadores al firmar siempre es la mejor. Al final todos sabemos cómo es el fútbol, todo está marcado por los resultados que se puedan conseguir. La idea es que confían en ti para lograr resultados".

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Ernesto Valverde deja con esta afirmación su futuro más que en aire pues él mejor que nadie sabe de la exigencia que supone entrenar al FC Barcelona y la necesidad, tanto por parte del club como de la afición, de levantar títulos año tras año. Las afirmaciones sobre la dudosa continuidad del entrenador en caso de no alzar ningún trofeo continuaron sucediéndose: ""Cuando suceda, si sucede, lo hablaremos", dijo sobre si continuaría en caso de no triunfar.

Finalmente aseguró que tenía una cosa muy clara: "Estamos obligados a ganar, a conseguir títulos. Es la única manera de poder continuar". Y ahí se zanjó el tema, esperando a ver como se suceden los acontecimientos para decidir, esperando al futuro para que deje de serlo y entonces hablar de presente.

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De momento a Valverde no le van mal las cosas. Es líder en La Liga pese a la cada vez más acuciante amenaza del Real Madrid, que se acerca poco a poco a su privilegiada posición, y continúa vivo en la Champions League, donde este martes se mide al Olympique de Lyon en la ida de los octavos de final, y en la Copa del Rey, donde en menos de dos semanas deberá dar la vuelta al resultado de la ida de semifinales frente al Real Madrid.

Todos estos son motivos para pensar que, por ahora, el de Viandar de la Vera seguirá mínimo después del verano dirigiendo a un equipo con el que se entiende a las mil maravillas. Pero como el propio Ernesto ha dejado claro, nunca se sabe que puede pasar cuando entrenas a un equipo siempre sediento de victorias y hambriento de títulos como el FC Barcelona.