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Corría el año 2013 y Mauro Icardi comenzó una relación con Wanda Nara que lo tuvo envuelto en una de las polémicas más grandes que el fútbol vio por amor. La traición a Maxi López fue juzgada por millones de personas en redes sociales y el delantero fue protagonista de cientas de tapas de espectáculos.

Comentarios picantes, discusiones con el ex marido de Wanda y sobre todo mucha red social. Mucho Twitter al principio, mucho Instagram después y en el medio mucho fútbol y muchísimos goles.

Porque más allá de todo este gran caos que se convirtió su vida, Icardi no dejó de ser un extraordinario delantero. Y lo demostró cada fin de semana en Italia. Cuatro años de capitán lo avalan y cientos de reclamos por su ausencia en la selección Argentina (tuvo pocas oportunidades que no supo aprovechar).

Ahora, la locura en la que vive Icardi parece haber tocado fondo. Inter se cansó de sus formas y especialmente se cansó de Wanda Nara. Si, la polémica modelo se convirtió también en su representante y su forma de ser generó grandes discordias.

Por las criticas de Wanda al entrenador y a los dirigentes, en medio del proceso de renovación, Icardi perdió la capitanía y todo indica que su ciclo en el Inter estaría terminado. Los hinchas lo abuchearon en el estadio y el auto de su mujer recibió un piedrazo en las calles de Milan.

Mientras tanto, surgió una versión de que Real Madrid habría desistido de su contratación por los escándalos de su carrera y por la forma de negociar que tiene Wanda Nara, su mujer y representante.

 Icardi parece ser un caso difícil de cambiar y está claro que tiene un potencial para ser uno de los mejores del mundo en su posición. Uno no se puede olvidar que fue el goleador del Calcio en dos temporadas, marcó el gol de la clasificación a la Champions League después de seis años y fue el mejor jugador de la Serie A en 2018. Es hora de que Mauro se dedique solo a jugar. Los amantes del fútbol se lo pedimos de corazón.