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El FC Barcelona ganó un derbi descafeinado gracias a un gol en propia puerta de los visitantes después de una buena falta provocada y lanzada por Messi y un tanto marca de la casa del argentino. Valverde salió con todo ante el Espanyol y tras una mala primera parte, los locales reaccionaron bien en los segundos 45 minutos para conseguir otros tres puntos importantes. Una jornada más, el juego del Barça no brilló por su espectacularidad, pero fue efectivo y se consiguió el objetivo de la victoria.

LO BUENO: La reacción de los azulgranas en la segunda parte

Tras unos primeros 45 minutos soporíferos, la charla de Valverde en el descanso y, sobre todo, las sustituciones en el minuto 60 cambiaron el partido y el Barça dio otra imagen totalmente distinta. Los jugadores dieron un pasito hacia delante y el dominio local se produjo casi siempre en campo contrario. Los pases fueron más rápidos y la intensidad en el robo del balón también aumentó.

Al final, una nueva genialidad de Messi ayudada por Víctor Sánchez resolvió el partido. El argentino tiró suave una falta por encima de la barrera y fue el jugador del Espanyol el que al intentar despejarla con la cabeza la metió para dentro de la portería de Diego López. Con este, ya son cuatro los goles en propia del club 'perico' en esta temporada. A pocos minutos del final, el propio Messi puso el gol de la tranquilidad con un tiro al primer toque tras un gran pase de Malcom.


LO MALO: Ritmo lento y poco movimiento de los de arriba

Ernesto Valverde salió con todo en el derbi ante el Espanyol. No hizo rotaciones y tras el parón internacional algunos jugadores acusaron el cansancio. Ante un equipo muy ordenado y con cinco defensas como planteó el Espanyol, el conjunto visitante se le atragantó a los blaugranas. Tanto es así que el Barça llegó a tener el 70% de la posesión pero no llegó apenas a la portería contraria porque no había espacios y el ritmo del partido no beneficiaba a la creación de ellos.

Los de arriba no consiguieron tampoco asociarse entre ellos y encontrar pases interiores. Tan sólo llegaron con peligro al contragolpe las pocas veces que el Espanyol se fue al ataque. Tampoco consiguieron salir victoriosos de ningún uno contra uno en la primera parte.


LO FEO: La primera parte en general del partido

Derbi descafeinado el que se vivió en el Camp Nou, sobre todo en la primera parte. Se jugaba a la hora de la siesta en España y eso pareció hacer el Barça. Y es que sobró el primer tiempo totalmente. Ninguno de los dos equipos consiguió realizar un tiro entre los tres palos en los 45 minutos. Incluso el público del Camp Nou, que registró la segunda mejor entrada de la temporada, estuvo durante muchos minutos completamente callado.

Además, el Barça se dejó dominar al final de la primera parte y los jugadores visitantes forzaron dos saques de esquina. Los azulgrana llegaron a tener mucha posesión, pero fue engañosa, ya que fueron los centrales y los centrocampistas los que más tocaron la pelota. Nelson Semedo fue el mejor, el único que puso un poco más de intensidad, y fue cambiado en el segundo tiempo.