La flor de Zidane tampoco soluciona otro mal partido del Madrid

La temporada que está haciendo el Real Madrid es de esas que quieres que terminen cuanto antes y poder olvidarla lo más rápido posible. Sin un título por el que pelear el equipo se ha sumido en un bucle de caos y apatía del que ni siquiera el mismísimo Zinedine Zidane es capaz de sacarlo. Ayer el equipo blanco salió de Mestalla con la primera derrota de segunda etapa de Zizou en el banquillo pero lo peor no fue perder el partido sino ver cómo el equipo decepcionaba una vez más a sus aficionados en un encuentro gris.

Y ciertamente esto no nos debería sorprender ya que es la cara que ha mostrado el Madrid durante gran parte de la temporada, pero muchos confiaban en que con el regreso de Zidane la situación volviese a ser la misma del año pasado y está demostrado que eso no va a ocurrir de un día para otro, y sobretodo que no puedes esperar a que venga la suerte a solucionarte lo que no has hecho en 90 minutos.

David Ramos/GettyImages

El Madrid se fue desinflando ante el Valencia y esta vez no hubo capacidad de reacción ante los goles del conjunto che, ni tampoco la suerte apareció para echarle un cable al técnico francés. En su primera etapa en el banquillo blanco vimos goles en los últimos minutos, paradas milagrosas acompañadas por los palos y remontadas que parecían imposibles que dieron inicio a la famosa flor de Zidane que aparecía cuando el equipo más lo necesitaba y en cualquier circunstancia maquillando malos partidos con buenos resultados. Pero con su vuelta esa flor parece que se ha perdido.

Lo que vimos ayer en Mestalla fue un equipo sin alma con jugadores que a pesar de que se están jugando su futuro están pensando en las vacaciones. El soplo de aire fresco que supuso para los aficionados la llegada de Zidane parece que no les ha llegado a los jugadores y la buena suerte esta vez tampoco se ha puesto de parte de los blancos. Si la flor de Zidane tenía fecha de caducidad, el Madrid ya la ha agotado y si el equipo

 quiere acabar la temporada con la mayor dignidad posible tendrán que ser los jugadores los que den el do de pecho sobre el terreno de juego porque esta vez ni la suerte va a conseguir maquillar una temporada para el olvido.

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