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Se jugaba un partido en la tercera división de Catania (Italia) entre el Citta de Viagrande y el Play Shop Nebrodi. Era el último partido de Ignazio Barbagallo que, a sus 55 años, se despedía jugando para el equipo local. 

El excéntrico jugador planificó una gran gran retirada y lo hizo mediante una broma de muy mal gusto. En pleno partido un helicóptero aterrizó en el campo de juego y de él descendieron unos hombres enmascarados, que lo tomaron 'a la fuerza', lo subieron y salieron volando.

Así es, el futbolista italiano planificó un 'secuestro' para su despedida. Si bien esto trajo risas entre todos los cómplices y la anécdota se hizo viral, el club se vio muy perjudicado por esa acción: quedó suspendido de la liga hasta junio (dando por perdidos todos los partidos que se pierde en el medio) y deberá pagar una multa de 2000 euros. La próxima vez que alguien quiera hacer una broma tan elaborada, debería acordarse de esta anécdota y pensarlo dos veces.