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Parar al mejor jugador del mundo y algunos defensas tienen que apelar a recursos poco elegantes para hacerlo, pero Smalling llevó esto al extremo.

El jugador del Manchester United propinó un tremendo golpe a Lionel Messi que dejó al argentino sangrando por las fosas nasales y con el rostro hinchado.

Tras unos minutos tendido sobre el campo del juego, el número 10 del Barça se recuperó y pudo continuar, pero seguro que de esta acción no se va a olvidar.

El futbolista del Manchester United no fue ni siquiera amonestado tras semejante acción.