Skip to main content

Esta vez la locura ha saltado en Bulgaria, en el derbi entre el Ludogorets y Levski. 

Cuando Cosmin Moti, el central del equipo visitante, mete el segundo gol se dirige a provocar a la grada, lo que hizo que algunos aficionados intentaran ir a por él. 

El jugador acabó expulsado por doble amarilla, y para abandonar el campo tuvo que hacerlo con escolta policial. Finalmente el jugador salió ileso, aunque no el túnel de vestuarios, que fue roto por un aficionado que comenzó a saltar encima de él hasta que el techo del mismo no aguantó más y rompió.

En estas imágenes podemos ver a lo que puede llegar el fútbol y los límites que puede llegar a sobrepasar. Está muy bien que animes a tu equipo, y vayas al campo a disfrutar de él al máximo pero otra cosa son acciones como la que hemos visto. Todo tiene sus límites, el fútbol incluido, y hay que saber llegar a ellos.