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La Superliga griega ya conoce al campeón de la actual edición 2018/2019. Se trata del PAOK de Salónica, que sumó su tercer título de Liga en su palmarés y el primero tras 34 años sin conquistar un trofeo que la temporada pasada se adjudicó el AEK de Atenas y que en los últimos años ha estado marcado por el dominio del Olympiacos.

Lo hizo después ganar por 5-0 en su estadio al Levadiakos y dejar a Olympiacos a cinco puntos de distancia a falta de una sola jornada. Tras la victoria, el club montó un escenario en el centro del campo pero donde se desató la locura fue en las gradas del terreno de juego conocido como 'Toumba'. Y es que los hinchas que asistieron al campo comenzaron a prender cientos de bengalas y aquello se acabó convirtiendo en un auténtico infierno.

No es para menos ya que el club llevaba 34 campañas sin conquistar el título pero es que además recientemente el PAOK cumplió 93 años desde que se fundó, por lo que el motivo de la celebración era doble. Aunque la afición ya dio pistas de su festejo en el recibimiento que le hicieron los jugadores frente al hotel del equipo un día antes.

Está claro de lo que se vive en Grecia es otro nivel. Allí el fútbol alcanza una cota de fiebre en los fanáticos y ultras de los equipos griegos inimaginables en otros campeonatos regionales de otros países. Tan sólo hay que ver las imágenes, que hablan por sí solas.