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La temporada se le está haciendo muy larga al Real Madrid y todavía más larga a Gareth Bale, tanto que el galés parece que ha decidido cogerse vacaciones por su cuenta. Puede que Bale haga acto de presencia en los partidos cuando se le requiere pero su mente está muy lejos del Bernabéu. El extremo parece un alma en pena que deambula por aquellos campos en los que tiene que jugar el conjunto blanco y ya no es protagonista por sus jugadas o sus goles, sino por sus polémicas o pasar inadvertido durante 90 minutos.

Y lo peor es que ni él mismo se da cuenta porque quiere seguir en el Madrid. Pues si su intención es seguir vistiendo la camiseta blanca ha elegido el peor de los caminos posibles. La afición ya no le perdona ni una y nada más que dicen su nombre comienzan los abucheos; y ni siquiera Zidane ha salido a defenderle como lo había hecho en ocasiones anteriores. Parece que Bale no se entera de que su ciclo en el Real Madrid está acabado y esta no es la mejor forma para despedirse de un club que le ha hecho ganar todos los títulos posibles. 

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Bale ya está sentenciado. El jugador se ha quedado sin tiempo para redimirse pero todavía le queda un clavo ardiendo al que agarrarse, su salario. El galés sabe que el elevado sueldo que cobra en el Bernabéu no se lo van a ofrecer en muchos sitios y eso podría complicar su salida y asegurarle que su estancia en el Madrid se prolongue más allá de esta temporada. Pero si Bale quiere seguir siendo futbolista debería reunir toda la dignidad que le queda y hacer las maletas para salir del Madrid por su propio pie en vez de quedarse suplicando hasta el último día un perdón que no va a llegar en un sitio que ya ha gritado a los cuatro vientos que no le quiere.

Ni el Real Madrid se merece seguir teniendo en sus filas a un jugador por el que pagó 100 millones y que se ha convertido en un lastre que no aporta nada al equipo, ni Bale se merece estar en un club que le ha dado tanto, en el que ha quedado relegado a un segundo plano y donde ha perdido el apoyo de la afición, del entrenador y del presidente. A veces es mejor una retirada a tiempo y marcharse con la cabeza lo más alta posible que esperar a ser vendido y empeorar aún más tu imagen de cara al mercado. Un jugador de su talla no puede arrastrarse de esa manera y seguir tensando la cuerda hasta que le de en las narices. La etapa de Bale en el Madrid ha terminado, ahora es tiempo de recoja su orgullo herido y salga del club.

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