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La directiva del FC Barcelona y la afición culé saben perfectamente que es necesaria una renovación en una plantilla que cada vez depende más de Leo Messi, Un lavado de cara que ya lleva planeándose un tiempo, pero que tras las derrotas ante el Liverpool en Champions League y el Valencia en la Copa del Rey se antoja mucho más urgente. Jugadores como Busquets o Rakitic evidencian el cansancio de una plantilla que precisa futbolistas ansiosos por ganar títulos con la camiseta blaugrana.

Pero para que lleguen nuevos rostros es necesario despedirse de algunos de los que integran la actual plantilla. Tanto el español como el croata seguirán seguramente el próximo curso en un centro del campo que con las llegadas el pasado verano de Arthur Melo y Arturo Vidal, y la ya anunciada de Frenkie de Jong, no sufrirá muchos cambios. Sin embargo, varios futbolistas del resto de franjas del campo deberán hacer las maletas pues no han demostrado el suficiente nivel para vestir los colores del club.

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Empezando por la portería será Jasper Cillessen uno de los que debe salir y ya comunicado que lo hará. En su caso no es tanto por no haber rendido como se le ha pedido, pues en dos años ha logrado llevar al equipo a las finales de la Copa del Rey, la competición en la que él ha defendido la meta azulgrana. El holandés saldrá del FC Barcelona en busca del protagonismo que tenía en el Ajax, a donde podría regresar, y perdió al aterrizar en España, y hace bien pues aún le quedan años suficientes para demostrar su valía entre los tres palos.

En el zaga culé aún no conocemos ninguna incorporación, pero seguro que este verano llegará algún defensa para completar la línea. Un tercio defensivo en el que Murillo, cedido por el Valencia, debería regresar al conjunto 'ché' para buscar minutos allí o en cualquier otro equipo, y Vermaelen también hará las maletas tras un frustrado paso por Barcelona. Además, Jean-Claire Todibo, que llegó hace unos meses, podría buscar una cesión para crecer futbolisticamente en un club donde pueda jugar de forma regular con el objetivo de regresar.

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El único futbolista de la medular azulgrana que debería hacer las maletas es Rafinha, que ya salió cedido en varias ocasiones y no le fue nada mal. Sin embargo, en sus regresos a Barcelona tanto las lesiones como la competencia le han impedido demostrar todo su fútbol. Este verano podría consolidar su despedida definitiva de Barcelona en busca de nuevos aires y retos donde al menos poder jugar.

En la ofensiva blaugrana el primero que debería enfilar la rampa de salida es Philippe Coutinho. El brasileño llegó como un mago a Barcelona y tras dos cursos para olvidar es el centro de las críticas en cada partido que juega, aún está a tiempo de demostrar lo gran futbolista que es y la clase que atesoran sus botas en cualquier otro grande de Europa. La más que probable llegada de Antoine Griezmann y la predilección del club por Dembélé le pondrían además muy complicada la labor de ganarse el puesto viendo lo demostrado hasta el momento.

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El último en esta lista es un hombre que vino a Barcelona de vacaciones pues ha estado más tiempo en la grada que en banquillo, y no digamos ya sobre el césped. Kevin-Prince Boateng llegó como sustituto de Luis Suárez para suplir al uruguayo cuando necesitase un descanso pero nunca tuvo la confianza de Valverde, que en la final de Copa, con Suárez lesionado, convocó antes a un juvenil que al delantero ghanés.

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