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La Selección Mexicana Sub-20, bajo el mando de Diego Ramírez, firmó en el Mundial de Polonia 2019 la peor actuación en la historia de dicha categoría, luego de terminar sin ningún punto al haber caído ante sus tres adversarios: Italia, Japón y Ecuador.

Ahora bien, la culpa de este fracaso debería estar repartida, no sólo entre los jugadores y el técnico sino también entre los clubes de la Liga MX, pues varios de ellos no dieron autorización a sus elementos para incorporarse al certamen, algo que les costó caro y al parecer, únicamente afectó a León, quien sí prestó al delantero José Juan Macías antes de la gran final del Torneo Clausura 2019 y de haberse quedado, quizá La Fiera hubiera conseguido su novena estrella frente a los Tigres.

Rayados y América son algunos de los ejemplos, pese a que las dos instituciones tienen una banca que en cualquier otra escuadra podría ser titular, no se animaron a prestar a Jonathan González y Carlos Vargas, que ni siquiera sumaron minutos en la Liguilla, un golpe duro para El Tricolor Sub-20, aunque estaban en su derecho pues no tienen la obligación, pero si realmente se desea trascender por qué no permitirles la oportunidad de que brillen a nivel internacional con la playera que todos los conjuntos de México deben tener bien puesta.

Por tal motivo, el entrenador no pudo trabajar con todas las armas, tuvo que estar improvisando parados pues esos jugadores entraban en sus planes, luego Misael Domínguez, Diego Laínez y JJ se incorporaron pocos días antes del arranque, obviamente no estaban en la misma sintonía que el resto de sus compañeros, otra razón para entender por qué ninguno de ellos marcó diferencia ante el resto de los combinados que fue trabajado con tiempo.

Aunado a ello la poca experiencia del estratega en una justa de este tipo, pues aunque haya fungido como auxiliar de Miguel Herrera en Coapa y con la selección, además de dirigir a Dorados de Sinaloa, no son suficientes cartas para manejar un grupo así en la Copa del Mundo, ya que la mayoría de los timoneles son gente con mucha preparación y el azteca era el más joven de todos, aunque muchos podrían acusarlo de que llegó ahí sólo por ser hijo de Jesús Ramírez, quien logró el campeonato Sub-17 en Perú 2005.

Asimismo, se dijo el lujo de dejar fuera a Joao Maleck, de ascendencia francesa y camerunesa, pero que en los últimos años ha sido un referente del ataque tricolor, no obstante, al sumar pocos minutos en Europa no lo llamaron, ¡qué poca congruencia! Pues en la Mayor se trae a los que están allá, aunque sean suplentes o no vean acción, y ahora el chico quedó decepcionado y ya no sabe si seguirá representando a los aztecas o alguna de las otras dos naciones.

Un factor más se debe al alto número de extranjeros en la Liga MX, pues basta con ver al cuadro azulcrema, con casi ocho foráneos como iniciales, La Máquina, Rayados, Tigres, Xolos de Tijuana, entre otros más, que le quitan oportunidad a los jóvenes de poder trascender y foguearse, causando que se estanquen, tal como ha pasado con las pasadas generaciones de la sub-17 que fueron monarcas del mundo, pues varios de ellos acabaron desapareciendo rápidamente ya que la confianza no se les brindó a excepción de Carlos Fierro, Carlos Guzmán, Antonio Briseño, Arturo González y Kevin Escamilla.

Una buena medida sería bajar el número de foráneos para poder darle otra cara a la selección, lo que también serviría para la mayor ya que esto ha causado escasez de delanteros, ya que casi todos los goleadores de la liga son de otro país.

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