Skip to main content

El canterano del FC Barcelona es una de las últimas promesas que se han ido formando desde cero en La Masía, un chico en el que el club ha puesto todas sus esperanzas para llegar a ser el futuro líder del centro del campo con la filosofía culé en la sangre. Él siempre se muestra paciente con su carrera deportiva, comedido en sus declaraciones con esa cara de niño bueno que nunca ha roto un plato, pero seguramente en su casa no estarán muy contentos con una de sus últimas actuaciones.

Las escasas ocasiones en las que los aficionados hemos podido ver al de Matadepera en acción con el primer equipo ha demostrado que su visión de juego y su control del balón son exquisitos. Sin embargo, en Riqui Puig colgó en sus cuentas de Instagram y Twitter un vídeo en el que la pelota no llegaba precisamente al destino que el futbolista deseaba.

En las imágenes se ve al joven junto a dos amigos más practicando controles, pases y disparos a puerta en una improvisada portería flanqueada por dos troncos de árbol. El centrocampista culé ejecuta un control perfecto con el pecho, se acomoda el balón, toca en corto con un compañero, recibe la pared y dispara al palo. El balón salió rebotado con bastante violencia y lo siguiente que se escuchó fue un cristal rompiéndose mientras él se lleva las manos a la cabeza.

5d18a20eaca4499d2e000001.jpeg

Puig acompañó la publicación con un mensaje: "La jefa nos matará". Seguramente a la madre del futbolista no le hará ninguna gracia ni el vídeo ni el suceso, aunque finalmente, como mostró en su cuenta de Instagram, lo que rompió fue un adorno del jardín, un farolillo que tendrá fácil reparación o repuesto. El blaugrana mostró el objeto roto con una sonrisa en la cara y un: "Al final quedó todo en un susto".