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El combinado estadounidense se impuso por dos goles a cero en la Final de la Copa del Mundo Femenina ante una selección holandesa que fue la única en aguantar los envites de las ya tetracampeonas mundiales. Por primera vez pudimos ver un partido igualado en el que Estados Unidos tuvo que trabajar para abrir el marcador y lo logró desde los once pasos con un nuevo tanto de Megan Rapinoe. En diez minutos las americanas sentenciaron el choque ante las europeas con el gol de Rose Lavelle y revalidaron el título conseguido hace cuatro años.

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Lo bueno

El auge del fútbol femenino en base a este campeonato ha sido lo mejor de un Mundial en el que Estados Unidos llegó como favorita y nadie pudo poner en apuros a las de las barras y las estrellas. En el partido de hoy el gol llegó más tarde, pero el dominio fue similar o mayor pues en la primera mitad fueron cuatro las ocasiones en las que la guardameta holandesa tuvo que intervenir de forma determinante.

Lo feo

Nadie podrá discutir que Estados Unidos es merecedora del título, pues es el equipo que más goles ha marcado y el que menos ha encajado, por no hablar de la superioridad que han mostrado en cada partido. Sin embargo, hoy necesitaron la ayuda del VAR y de un penalti absurdo para ponerse por delante, como ya sucedió ante España cuando el partido estaba más igualado. Rapinoe no falló desde la pena máxima y tras el tanto consiguieron imponer su juego y controlar el encuentro hasta que muriese en el 95'.

Lo malo

Es difícil encontrar algo malo en este partido y también en todo el campeonato pues ha sido una muestra más del crecimiento del fútbol femenino. Si bien podemos destacar como negativo el hecho de que ha sido un torneo totalmente previsible, pues las estadounidenses no se han visto apuradas para vencer en ningún encuentro pese a tener tramos de debilidad. Las de Rapinoe, Morgan y Lloyd llegaron como favoritas y así se fueron, con su cuarto Campeonato del Mundo, el segundo consecutivo, como todos esperaban.