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Las Chivas Rayadas comandadas por Tomás Boy cerraron su desastrosa pretemporada ante  el mismísimo Atlético de Madrid.

Ante el asombro de propios y extraños, el conjunto de Guadalajara brindó un extraordinario partido y mandó el encuentro hasta la instancia de los penales.

Con una gran actuación del arquero Gudiño y la expulsión del atacante Llorente por parte de Los Colchoneros, todo parecía que por fin el Rebaño Sagrado iba a salir victorioso en un juego importante.

Sin embargo, al llegar a los tiros penales la historia cambió. El estratega del Guadalajara `el Jefe´ Boy seleccionó cobradores muy jóvenes, pero a pesar de esto parecía que le estaban dando frutos, ya que los cuatro primeros cobradores acertaron y Raúl Gudiño atajó uno.

Cuando el joven Beltrán se paró para cobrar el quinto penal y el que le hubiese dado el triunfo al Guadalajara, los nervios y presión le ganaron y falló. Todo terminó en muerte súbita y el triunfo fue del cuadro de Simeone.

Pese al resultado, Chivas mostró una cara muy positiva y al final del encuentro tuvimos el privilegio de ver cómo dos grandes referentes del futbol mexicano en los últimos años intercambiaban remeras.

Héctor Herrera, quien entró a la segunda parte y Oribe Peralta quien comenzó de titular, se fundieron en un fuerte abrazo al terminar la tanda de penales, intercambiaron palabras un rato y prosiguieron a cambiarse los jersey.

Los futbolistas mexicanos han estado juntos en momentos importantes con la selección nacional, siendo la participación en dos mundiales y el triunfo en Juegos Olímpicos de Londres 2012 lo más destacado.