Skip to main content

Esta serie de artículos por los que han pasado los equipos que han marcado una etapa dentro del fútbol europeo llega a su fin en el norte de Italia. Después de recordar el juego del FC Barcelona de Pep Guardiola, la mística del Nottingham Forest de Clough y el Liverpool de Shankly o los títulos del Real Madrid de Alfredo Di Stefano, entre otros, terminamos recordando al 'Grande Torino' que deslumbró en la década de los 40 hasta la tragedia que asoló al fútbol italiano, una de las más famosas de la historia, la de Superga.

Se cumplen precisamente en este 2019 los 70 años del accidente con el que acabó la hegemonía del conjunto 'granata', un equipo al que solo la muerte pudo superar. Su historia siempre estará marcada por este suceso, pero hay que recordar que 'grande' fue cuando sus jugadores campaban a sus anchas por los campos de Italia sin que nadie pudiese echarles el guante durante muchos años.

La Juventus de Turín era el equipo que había demostrado un mayor dominio en el país mediterráneo hasta que en 1939 Ferruccio Novo, empresario y ex-jugador de las categorías inferiores del Torino, asumió la presidencia del club. Él se rodeó de algunos de los mejores directivos de la época y futbolistas ya retirados para convertir al máximo rival de los bianconeri en un equipo grande, y lo consiguió.

Novo fue forjando un equipo en base a costosos fichajes que comenzaron a dar rédito en 1942, cuando se quedaron a las puertas de alzar la Copa Italia. Al año siguiente, en 1943, no solo se llevaron el trofeo copero, sino que también se impusieron al resto de equipos italianos para levantar el Scudetto tras una encarnizada lucha con un sorprendente Livorno. El Torino se convertía en el primer equipo en firmar un doblete en la historia de Italia.

5d4b12909ab454a68b000001.jpeg

Entonces Benito Mussolini decidió que era buen momento para ponerse del lado de Hitler en la Segunda Guerra Mundial, Italia entró de lleno en la contienda y el fútbol se paró. Muchos futbolistas tuvieron que alistarse, pero Novo quiso mantener su bloque y dio trabajo a todos en su fábrica para que no se convirtiesen en soldados. El presidente logró su objetivo y conservó a su equipo, que tras recuperar una relativa normalidad tras la derrota regresó más fuerte que nunca a los terrenos de juego.

El Torino se llevó cuatro Scudettos consecutivos entre 1945 y 1948. El equipo en el que Valentino Mazzola destacaba sobre el resto como líder indiscutible disputó 156 encuentros a lo largo de esos cuatro cursos, se llevó 112 victorias y anotó más de 300 goles. Nadie podía acercarse a un club que se mantuvo invicto en su casa, el Stadio Filadelfia, durante 93 partidos seguidos. Y los títulos fueron llegando hasta igualar el récord que tenía la Juventus.

5d4b11e9408197c963000001.jpeg

En 1949 el conjunto 'granata' aventajaba al Inter lo suficiente como para levantar tranquilamente el quinto título cuando aún quedaban cuatro jornadas. Tanta era la distancia que se permitieron acudir a Lisboa, invitados por el Benfica en la despedida de su capitán, Jose Xico Ferreira. El partido homenaje ante los portugueses sería la última vez que ese equipo saltaría al terreno de juego pues en su regreso la espesa niebla provocada por un fuerte temporal impidió al piloto del avión en el que viajaban esquivar la Basílica de Superga, a 20 kilómetros de Turín, y todo el equipo falleció en el accidente.

Los 33 pasajeros, entre los que estaban los 18 integrantes del equipo que viajaron a Lisboa, murieron. Tan solo Ladislao Kubala, que no emprendió el viaje de vuelta porque su hijo enfermó, y Sauro Tomá, que recientemente había fichado por el club, se salvaron de la tragedia al no subirse al avión. El club quedó desolado y desprendido por completo de toda ilusión, y jamás ha recuperado la versión que mostraron en aquella época.

Lo que si queda desde entonces es la imborrable huella del equipo en la ciudad de Turín, donde, pese a los éxitos juventinos, la mayoría de ciudadanos animan al 'Toro' y cada año, el 4 de mayo, suben a Superga para recordar lo sucedido y homenajear a los caídos. No solo la afición, el equipo al completo acude a la cita y el capitán enumera los nombres de Valerio Bacigalupo, Aldo Ballarin, Valentino Mazzola, Franco Ossola... Un evento en el que se congregan seguidores de toda Italia. Un recuerdo al equipo que perdió la batalla más importante antes de tiempo, después de haber ganado cientos de ellas.