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Philippe Coutinho ha puesto un punto y aparte a su etapa como jugador del FC Barcelona. Su cesión al Bayern de Munich pone de manifiesto que su fichaje es sin lugar a dudas un gran fracaso del club azulgrana. Coutinho y el Barcelona parecían predestinados a encontrarse pero su fichaje no fue fácil y lo que mal empieza no suele acabar mejor. El club se las tuvo que ver con un correoso Liverpool que no dio su brazo a torcer pero tras superar todos los obstáculos por fin en enero de 2018 el brasileño y los azulgranas cruzaban sus caminos. El jugador más deseado por el barcelonismo, el que haría olvidar a Neymar de una vez por todas aterrizaba en el Camp Nou bajo el aval de Luis Suárez. Pero lo que parecía una relación perfecta pronto empezó a desgastarse y el final no ha sido precisamente feliz, sobretodo para el club azulgrana.

Con 76 partidos y 21 goles a sus espaldas, Coutinho pone rumbo al Allianz Arena y la sensación en el Barcelona es de desastre absoluto. Las prisas de la directiva por sustituir a Neymar provocaron que el Barça se gastase una cantidad indecente de dinero en un jugador que no ha estado a la altura, y viendo cómo ha sido esta primera etapa de Coutinho muchos se dan cuenta de que quizá no era el jugador que necesitaba el Barcelona en ese momento y la gestión no fue la correcta.

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En sus primeros meses como azulgrana, el jugador brasileño no cumplió con todas las expectativas que había generado su fichaje pero aún quedaba un poso de ilusión que se fue diluyendo en su segunda temporada hasta verse relegado en el banquillo y con un papel secundario impropio de un jugador como él. Coutinho empezó a ser tan prescindible que en el Barcelona querían usarlo como moneda de cambio para traer de vuelta a Neymar al Camp Nou.

La inversión más alta de la historia del FC Barcelona ha durado en el club 20 meses, de momento. 145 millones que no han sido para nada amortizados, ni dentro ni fuera del terreno de juego, y que ahora pesan y mucho en la zona noble del Camp Nou. Y es que si miramos la inversión que hizo el Barça y el rendimiento que ha mostrado el brasileño, cada gol que ha marcado el brasileño le sale ha costado al club 6,9 millones de euros, un precio demasiado caro y poco rentable. El fichaje de Coutinho le ha salido al Barcelona demasiado caro, y no sólo en términos económicos sino también deportivos y la imagen de la directiva ha quedado seriamente dañada.

El fichaje más caro de la historia del club se marcha por la puerta de atrás dejando una escasa participación en el campo, una sensación de vacío y volviendo a la casilla de salida: el Barcelona no encontró en el brasileño a ese jugador que hiciese olvidar a Neymar y ahora tiene 145 millones de euros menos y el dudoso honor de haber hecho uno de los peores negocios de la historia.

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