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Hace un año que el VAR entró en nuestra liga y desde ese momento ha habido muchas polémicas que se han extinguido. Se trata de una herramienta muy eficaz y útil para corregir errores arbitrales, humanos al fin y al cabo, y para ayudar a decidir a los colegiados en jugadas dudosas.

Pues bien, esta herramienta que está ayudando a mejorar el fútbol tuvo mucho trabajo en esta tercera jornada de liga. Sin ir más lejos, intervino para corregir hasta cuatro decisiones de los árbitros en tres partidos distintos.

El primero de ellos fue el derbi vasco del viernes. En el Athletic-Real Sociedad ayudó a corregir un la favor de los txuri-urdin que al final fue señalado como falta de Córdoba a Zaldúa, ya que se produjo fuera del área. La segunda vez que lo hizo fue para anular un gol a Isak ya en el tramo final del partido, por fuera de juego del sueco. Sin el VAR, el partido que acabó 2-0 perfectamente podría haber terminado 2-2.


El segundo en el que hizo actuación fue el Levante-Valladolid, ya que con 0-0 anuló un penalti sobre Morales que luego se demostró que no había existido. En este caso no alteró el marcador final porque los granotas ganaron 2-0


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El tercero fue el más relevante sin duda alguna. En el Villarreal-Real Madrid, el primer gol del encuentro fue anulado por un fuera de juego previo inexistente de Toko Ekambi. Al revisarse las imágenes desde el VAR, se vio que este no era tal y la jugada, que había terminado en gol de Gerard Moreno, finalmente cobró validez y el tanto subió al marcador. Sin ese gol el Real Madrid habría ganado 1-2 y se habría llevado los tres puntos del Estadio de la Cerámica.


Así las cosas, esta sería la clasificación sin VAR y estas serían las variaciones que habría sufrido en comparación con la actual:


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