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No estamos descubriendo el hilo negro cuando decimos que los amistosos 'moleros' no benefician en nada a la selección mexicana, al menos en lo futbolístico (pues queda claro que en lo económico sí lo hace y bastante), por lo que evidentemente si se quiere mejorar como equipo de futbol se debe de enfocar en conseguir rivales de mayor jerarquía para los amistosos de Fecha FIFA.

Desde los tiempos de Juan Carlos Osorio hasta el presente con el Tata Martino, los entrenadores han expresado en múltiples ocasiones la necesidad de medirse contra equipos mejores que los de CONCACAF, e incluso que algunos de CONMEBOL que no viven un buen momento, pues sólo así se puede saber el nivel real del combinado nacional. 

Los amistosos moleros y partidos de trámite para la selección mexicana hacen que tanto prensa como afición, alabemos el buen funcionamiento y sistema táctico del cuadro azteca, pero no es sino hasta que toca enfrentarse a una potencia o equipo plagado de estrellas, como lo fue en su momento Bélgica o ahora con Argentina, que todas las partes son capaces de ver y reconocer las fallas en el estilo de juego del equipo. 

Ser exhibido por el cuadro albiceleste fue vergonzoso, pero la realidad es que son esos amistosos los que terminan por ayudar tanto al Tata Martino como a los jugadores, pues mientras el estratega es capaz de notar los defectos de su plantel, los futbolistas son obligados a dar el máximo en el terreno de juego y mostrar sus verdaderas armas cuando tienen enfrente a alguien de la misma o mayor talla. 

México no es una selección de primer nivel por muchas razones diferentes, pero definitivamente una importante es el desaprovechamiento de los amistosos, los cuales son utilizados para conseguir dinero únicamente y engañarnos a nosotros mismos, haciéndonos pensar que este equipo sí tiene lo necesario para convertirse en una potencia.

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