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Antonio Félix Carbajal Rodríguez, uno de los mejores futbolistas que ha dado México en toda su historia, El Cinco Copas, o como sus más cercanos le conocen: Don Toño. Nos concedió esta entrevista exclusiva para 90min


En esta primera de seis partes, Carbajal se sincera y nos cuenta sus vivencias en su infancia y sus inicios en el mundo del fútbol.

¿Cómo fue la infancia de Antonio Carbajal?


Yo vivía en una vecindad, a la cual agradezco mucho. Mi madre lavaba y planchaba ropa ajena, mi padre conducía un autobús de un colegio. Entonces, ellos eran padres de antaño, un cituronazo recibí en toda mi vida, eso paso cuando era niño.


Mi padre estaba platicando con un amigo en la vecindad donde vivíamos y de niño pasábamos corriendo los niñitos jugando y pasábamos por ahí y le jalábamos el pantalón. Entonces, al llegar a casa mi padre le dijo a mi madre, pásame el cinturón: bájese el pantalón. Mi madre le dijo, pero Manuel es un niño… y pum carajo, ¿Le dolió? ¿Quiere ganarse más? No papá. Jamás me volvieron a pegar, aprendí.

Nosotros cuando éramos niños tirábamos basuras de la vecindad donde vivíamos, nos daban un centavo por bote. Ay vamos tres o cuatro escuincles cargando el botesote por un centavo, pero cómo disfrutábamos ese centavo. Comprábamos un piloncillo, era una chupada, órale tú, órale tú, órale tú, y a guardarlo. Y eso nos ayudo a llevar una vida normal.


Cuando pasó el tiempo, a mi papá le compré un taxi y a mi mamá le regalé una casa con jardín, grandota. Dije con esto voy a pagarles lo que me han dado, ellos me dijeron que no les debía nada. Gracias a esa educación, a ese respeto, que desgraciadamente se ha perdido desde hace tiempo.


Ya muchos padres peleándose entre sí, otros con los hijos. En la vecindad éramos un grupo de 16 o 17 muchachos, de esos 16 o 17 salimos adelante todos, eran otros tiempos. Jugábamos, época de fútbol americano, pues fútbol americano, época de baseball, pues baseball, basquetbol, pues basquetbol, voleibol, voleibol, y cuando era fútbol, fútbol.

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De niños pasaban por nosotros a recogernos a la casa, a la vecindad donde yo vivía, 7:30, 8:00 de la mañana, y venías jugando del partido de las diez. Jugabas un ratito, de lo que fuera, acababas contento de la vida, en el partido de las once a lo mejor faltaba otro jugador u otros jugadores y otro ratito, a lo mejor de delantero.


Entonces ya el mismo entrenador El Peque Sánchez, a quien le agradezco toda la ayuda, ya se fue fijando en las facultades que teníamos para desempeñar “x” puesto. No se me olvida nunca, yo vivía cerca de Chapultepec en la CDMX, relativamente cerca, íbamos corriendo en el campo de golf Chapultepec y agarrábamos una pelotita de golf, teníamos un amigo que las envolvía y nombre hasta rebotaba la mendiga. Le ponía periódico, le ponía de la cámara de coche, la recortaba y le ponía de a capitas, nombre hasta botaba y éramos felices.

Un Día de Reyes llegó este amigo con un baloncito, primoroso el balón. Un día llegó con el balón, como centro delantero, así mira, muy fregón con las manos de escuincle baboso, así de muy fregón. Y que llega y me dice: Tota si quieres de portero. Híjole, 'pinche envidioso cabrón', hay te voy a la portería.


Llegué a los diez o doce días debuté (Club España) al Sr. Sangueníz, a quien agradezco mucho en un partido, 13 años tenía yo, con dos o tres entrenamientos, y ahí debuté en la portería. Anduve buscando a este amigo, Raúl Morales, lo anduve buscando como cinco años. Le regalé guantes, uniformes, ya era de la selección también en ese entonces, y le dije gracias a tí fui portero mano, gracias a ti, tú me mandaste de portero mano, mira que la hice y me gustó.


¿Cuándo comenzó su pasión por el fútbol?


Yo creó que dese que estaba en el estomago de mi madre. Ella me decía: dabas cada patada que…yo le decía, pues eran los despejes mamá. Incluso, mis padres a quienes les agradezco mucho, me prohibieron jugar fútbol. ¿Por qué? Yo soy nacido en el Distrito Federal, jugábamos en el pavimento, en la calle Velázquez de León, ahí atropellaron a mi hermano por jugar fútbol, a partir de ahí prohibidísimo jugar fútbol.

¿Cómo fueron sus inicios dentro del mundo del fútbol profesional?


No se me olvida nunca, El Peque Sánchez del equipo Oviedo, nos metían en una camioneta, desde las ocho de la mañana pasaba el camionsote, y por el partido de las 11 jugábamos un ratito. No teníamos zapatos de fútbol, me prestaban sus zapatos, a veces te apretaban los dedos, pero jugabas. Apestos los pinches zapatos como no tienes idea, pero eras feliz.

Yo vivía en la colonia San Rafael, colindaba con La Veronica, en La Veronica estaba el Parque España, donde jugaba el equipo España, ahí me invitaron a jugar, el dueño donde yo trabajaba: El Peque Sánchez. El portero era el Sr. José Sangenís, entrene tres días y me dijo: “Chaval tú vas a ser el portero del equipo España”. Debuté con esos jugadorazos, pero jugadorazos, españoles.

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