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El atacante francés podría haber cambiado de idea sobre recalar en la Ciudad Condal en verano y Josep María Bartomeu está empezando a dudar de un fichaje que parecía hecho hace unas semanas.

Antoine Griezmann ha vivido un final de temporada con sentimientos dispares en el Atlético de Madrid. Ha logrado levantar la Europa League y quedar segundo en LaLiga, por delante del Real Madrid, pero también ha recibido pitidos por parte de su propia afición ante la incertidumbre de su futuro. En el último partido de liga le silbaron cada vez que tocaba el balón, hasta que Diego Godín y Diego Pablo Simeone le dijeron al público que debían aplaudirle por todo lo que ha aportado al club.

Los espectadores comenzaron a aplaudirle, momento donde el galo no pudo contener las lágrimas. Además, en la celebración del título europeo, los presentes no dudaron en corear: "¡Griezmann, quédate!". Según publica Marca, la presión realizada por el vestuario rojiblanco podría haberle hecho dudar acerca de marcharse. Ese sería el motivo por el que también afirman que Josep Maria Bartomeu, presidente azulgrana, ya no está tan seguro de que el francés pueda jugar en la Ciudad Condal.

La última baza que le queda al club es que tanto Ousmane Dembélé como Samuel Umtiti, que coincidirán con él en la selección dirigida por Didier Deschamps, intenten convencerle de que Barcelona es el lugar donde tiene un futuro brillante. En todo caso, no sabremos nada seguro hasta que comience el mes de julio, momento donde la cláusula del jugador bajará a 100 millones, si no renueva antes.

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