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Cicinho es uno de esos jugadores que han pasado de puntillas por la historia del Real Madrid. El lateral derecho llegó como una gran promesa brasileña, el Roberto Carlos de la banda derecha, el heredero de Cafú y, aunque dejó buenas sensaciones, terminó siendo un pluff. El ya exfutbolista no supo llevar la fama y terminó teniendo graves problemas con el alcohol. Problemas hasta el punto de que en una noche de desenfreno terminó viendo a Jesucristo.

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En declaraciones para ESPN confesó sus problemas con el alcohol, afirmó que no tenía nunca suficiente, siempre “tenía que beber hasta caerme”. Esas grandes borracheras le llevaron a un encuentro astral, se reunió con el mismísimo Dios. Una noche “tuve un encuentro con Jesucristo tras haber tomado 18 caipirinhas y 14 cervezas”.

El futbolista que ya dice haber superado todos sus problemas también habló sobre el fútbol actual y la selección brasileña. El ex del Real Madrid afirmó que uno de los grandes problemas del fútbol moderno es que los jugadores “solo se preocupan por su peinado y por hacerse serlfies” y hace que pierdan la pasión por el fútbol y se dejen el alma en cada minuto que pasan dentro del terreno de juego.