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El club azulgrana está trabajando para confeccionar una plantilla según los deseos del técnico y tras el fichaje del brasileño, Valverde tendrá un bendito problema para encajar todas las piezas.


El sorprendente fichaje de Malcom por el FC Barcelona pilló con el pie cambiado a más de uno. Cuando todo parecía indicar que sería su compatriota Willian que acabaría vistiendo de azulgrana la situación dio un vuelco en la tarde del lunes y Malcom se convirtió en el nuevo refuerzo del Barcelona.

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El ya exjugador del Girondis viene para reforzar una posición en la que han sonado varios nombres, el extremo derecho. Ernesto Valverde quiere tener todas las posiciones del campo dobladas para afrontar la temporada y en ese puesto de momento sólo estaba Ousmane Dembélé.

En principio con esta incorporación de Malcom la idea de Valverde sería potenciar el 4-3-3 tan característico del FC Barcelona con Leo Messi y Luis Suárez, en ve del 4-4-2 que tanto empleó el técnico extremeño en su primera temporada en el banquillo azulgrana. La gran incógnita es ver quién completaría la delantera si el brasileño, por el que han pagado 41 millones de euros fijos, o Dembélé quien es hasta ahora el segundo fichaje más caro en la historia del club azulgrana.

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El jugador francés no pudo explotar la pasada temporada, en parte debido a la larga lesión que padeció, y veremos si Valverde decide darle una nueva oportunidad o apuesta desde el principio por el jugador brasileño. En cualquier caso el abanico de posibilidades con estos dos jugadores en la plantilla es muy amplio y ahora es trabajo de Valverde encontrarles un hueco en el equipo según sus planes para afrontar la nueva temporada.

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