Skip to main content

El Real Madrid se dio ayer un baño de realidad y encajó una goleada difícil de digerir en el Santiago Bernabéu, que le dejó fuera de la lucha por la Copa del Rey. Un resultado demasiado abultado por lo que se vio en el terreno de juego, pero que incluso pudo ser más ya que en la segunda parte el FC Barcelona dio una clase magistral al contragolpe y de efectividad de cara a portería.

Tanto es así que en apenas 20 minutos del segundo tiempo acabaron encajando tres goles. El primero llegó a los cuatro minutos de salir al terreno de juego gracias a un remate de 'killer' de Luis Suárez al que no llegó Keylor Navas. Tras el tanto inicial, los visitantes llegaban una y otra vez al contragolpe y finalmente consiguieron el segundo y el tercero bastante seguidos en el 68' y el 72'.

Tras esta última diana, obra de nuevo de Suárez esta vez de penalti a lo 'panenka', el capitán merengue Sergio Ramos se temía lo peor. El equipo estaba abatido y todavía quedaban 15 largos minutos de partido mientras que el Barça estaba exultante en busca de hacer más sangre al eterno rival. Es por esto que el defensor andaluz intentó arengar a los suyos para que no bajasen los brazos y no saliesen humillados. En este sentido, tal y como pudieron captar las cámaras, Ramos gritó a sus compañeros y les dijo: "vamos que nos meten seis".

Y es que el nacido en Camas lleva en el Madrid casi 14 años y ha vivido muchos clásicos. Ha cosechado muchas alegrías pero también estuvo presente por ejemplo en aquel 2-6 del año 2009 o en el 0-4 de la campaña 2015/2016, por lo que conoce a la perfección de lo que es capaz el conjunto blaugrana cuando se siente cómodo en el Bernabéu.