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El fútbol femenino es una realidad. Llegó para quedarse y está pisando fuerte en todo el mundo. En la Argentina se confirmó que será profesional y tras una larga lucha, las mujeres podrán empezar a tener mejores condiciones.

El objetivo que se propuso la AFA, es colaborar con el desarrollo económico de los clubes, que puedan ser sustentables y empezar a realizar inversiones para mejorar las estructuras del fútbol femenino.

Además de esta gran noticia, en las últimas semanas empezaron a ocurrir hechos que demuestran que las cosas están cambiando. El equipo femenino de Boca jugó en la Bombonera, lo mismo ocurrió en la cancha de San Lorenzo y otros clubes como Gimnasia proyectan hacerlo en las próximas semanas.

Además de lo que ocurre en la Argentina, el 2019 está marcando aires de cambios. En el Wanda Metropolitano se vivió un partido récord entre Atlético de Madrid y Barcelona, al que asistieron más de 60 mil personas.

Durante este año, también se vieron cerca de 50 mil personas en el San Mamés y la semana pasada la Juventus abrió el estadio rompiendo todo tipo de récords para lo que es el fútbol italiano.

En el mundo se está comenzando a generar más consciencia y el fútbol femenino promete no dar marcha atrás. Está claro que hay mucho por trabajar y países que todavía no lograron adecuarse a esta realidad que se está viviendo, pero será cuestión de tiempo y buena voluntad.

El próximo 7 de junio comenzará en Francia el Mundial de fútbol femenino. Será una oportunidad histórica para marcar un antes y un después.