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Mañana el Liverpool de Klopp visitará el Camp Nou para enfrentarse al Barcelona en la ida de semifinales de la Champions League. Será un partido en el que veremos dos estilos bastante contrapuestos. 


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Si bien es verdad que en los últimos años el Barcelona se ha convertido en un equipo más vertical y directo, sigue dominando la posesión y aún tiene esa esencia del estilo 'Masía' de tratar muy bien la pelota. Por otra parte el Liverpool está impregnado de lo que podríamos llamar el 'sello Klopp': desde su llegada en 2016 el alemán ha querido imponer un estilo muy ofensivo y de fútbol veloz. Hace transiciones rapidísimas y desarrolla un juego mucho más eléctrico que su rival. Muy parecido al juego que implantó en el Borussia de Dortmund, cuando fue capaz de ganarle dos Bundesligas consecutivas al Bayern de Múnich y de jugar una final de la Champions contra los bávaros.

La primera clave estará en el ritmo del partido. El Barcelona tiene que ser capaz de dominar la posesión y así será más complicado que el Liverpool imponga su juego. Bien es cierto que en ocasiones algunos equipos le han hecho mucho daño con el contraataque a los culés, y por eso es importante dominar el balón. Al final, si consigues hacer que tu rival corra detrás de la pelota, el cansancio físico y mental es mucho mayor, y eso será una grandísima ventaja para el equipo español.

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La segunda será el juego aéreo. Con jugadores como Van Dijk o Matip el Liverpool tiene armas muy poderosas a balón parado, pero el Barça sigue siendo muy potente. Ahí el Barcelona ha ganado algo en los últimos años. La llegada de Lenglet esta temporada y el grandísimo estado de forma de Piqué durante todo el año son un baluarte en el que los culés se podrán apoyar para este tipo de jugadas. Por si fuera poco, Ter Stegen es un seguro de vida bajo los palos y eso es un punto extra para sus compañeros.

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La tercera es simple: Messi. Cuando tienes al mejor jugador del mundo en tu equipo, partes con cierta ventaja de inicio. Si el argentino está fino, es imparable. El duelo con Van Dijk (recientemente nombrado Mejor Jugador de la Premier League) puede ser muy bonito. La Pulga está en un estado de forma muy bueno y ya le dio el título de liga a su equipo con su gol ante el Levante. En cuartos y en octavos fue el mejor del Barcelona, sobre todo en el Camp Nou, marcando cuatro goles en total. Es el mayor peligro del que dispone el equipo español sin duda.

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Por último está el factor psicológico, que podría ser un arma de doble filo para el Barcelona. El Liverpool llega al Camp Nou jugándose la Premier contra el Manchester City, y hasta cierto punto eso puede suponer un desgaste mayor para los reds. Por otra parte, el Barcelona se proclamó campeón el sábado de una liga que tenía sentenciada desde hace varias semanas y ya se tiene que centrar sólo en Champions (final de Copa aparte). A su vez, esa tensión que tendrá el Liverpool puede ser un extra para ellos y jugar a su favor. Pero desde 90 minutos queremos creer que no, que es un factor que sin duda ayudará al Barcelona.

Estos cuatro factores serán las claves si el Barcelona quiere ganar al Liverpool. Sobre el papel, los azulgrana parten como favoritos y deberían pasar la eliminatoria. Pero los reds son uno de los mejores equipos del mundo a día de hoy y no se lo van a poner en absoluto sencillo a los de Valverde. Mañana empieza lo bueno en el Camp Nou