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El hecho se dio en el encuentro entre el Middlesbrough y el Queens Park Rangers por la segunda división del fútbol inglés, donde un hincha del conjunto local que estaba detrás de la portería del guardameta rival agarró la botella donde guardaba agua para llenarlo con orina.

Luego de este hecho, el aficionado regresó la botella a la parte trasera del arco, esperando que el portero cayese en su acto asqueroso, pero sin percatarse que todo fue grabado y subido a redes sociales.

Ante este hecho, la policía de Cleveland confirmó que el hombre fue detenido tras el partido, en primera instancia argumentando un lanzamiento de objeto al campo de juego pero con consecuencias mayores que podría sufrir.

Queda por saber si el guardameta del QPR, Alex Smithies, llego a beber de dicha botella o si por el contrario se dio cuenta del peculiar color y olor y pidió una nueva botella a su banquillo.