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La rudeza siempre está presente en el fútbol, siendo un deporte de contacto, pero en ocasiones este hecho supera la normalidad y causa que jugadores sufran fuertes consecuencias, y es lo que se vivió en el torneo femenino Sub-20 que se juega en la CONCACAF debido a una patada voladora que merecía expulsión pero apenas terminó en tarjeta amarilla.

El hecho se dio en el encuentro entre Nicaragua y Jamaica, cuando el primer tiempo terminaba y el marcador se encontraba igualada a un gol por bando, cuando la jugadora de la primera selección, Kesly Perez, le diera un fuerte golpe con el pie en la altura del pecho a una de sus rivales en la lucha por un balón, obligándose a que se detenga el partido.

Pese a que la jugadora de la selección de Jamaica quedó tendida en el suelo, el árbitro apenas paró el partido y amonestó con tarjeta amarilla a Pérez, quien continuó el resto del partido.