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Fue en la final de un torneo juvenil internacional contra el Parma en 2002. El pichón de crack se llevó el premio a mejor jugador.

El video ya estaba dando vueltas hace un tiempo pero nadie se había percatado de que el que la rompía era nada más y nada menos que Lionel Messi. Se trata de las imágenes de una final del Trofeo Maestrelli, una competencia juvenil internacional que definieron Barcelona y Parma y allí el pichón de crack se destacó como siempre.

Era el año 2002, Leo tenía 14 años y en la ciudad de Pisa se disputaba el partido definitorio del campeonato de menores entre los catalanes y el conjunto italiano. En aquel plantel blaugrana que soñaba con llegar a la primera división también estaban Cesc Fábregas y Gerard Piqué.

Es raro verlo sin el dorsal 10, pero en esos tiempos el pequeño Messi llevaba el número 14 en la espalda pero poco le importaba cuando tenía la pelota en los pies. Al igual que ahora, el chiquito era el más buscado por sus compañeros y rivales, unos para pasarle la pelota y los otros para tratar de pegarle una patada.

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Todavía no era una figura reconocida en todo el mundo y no tenía la protección de los árbitros así que el pequeño Leo debía soportar golpes de todo tipo. Aún así era imparable. Marcaba una diferencia notable y fue fundamental para que su equipo ganara el partido y el torneo.

Obviamente se quedó con el premio a mejor jugador y los aplausos de compañeros y rivales. Estaba claro que su futuro en el mundo del fútbol era muy prometedor y que era la gran promesa de La Masía, como se conoce a los equipos juveniles del Barsa.