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Fernando Torres probablemente esté viviendo sus últimos días en el Atlético de Madrid. A sus 34 años recién cumplidos, el delantero puede presumir de haber jugado en equipos como el Liverpool, Chelsea o Milán, además del conjunto rojiblanco. También pudo hacerlo en el Valencia, club con el que se le ha relacionado en múltiples ocasiones. Tanto es así que incluso llegó a ser jugador valencianista durante 10 días, pero finalmente regresó al Atlético. Esto fue lo que sucedió.

Todo tuvo lugar en el mes de marzo del año 2001. Fernando Torres tenía 17 años y comenzaba a destacar en un Atlético necesitado de buenos jugadores. Entonces llegó el Valencia y presentó en la sede de LaLiga un contrato de cinco años que estaba firmado por el propio Torres y el padre del futbolista.

Sin embargo, se trataba de un contrato que tenía una trampa. Y es que tan sólo duró 10 días. Al parecer, todo fue una argucia entre el Atlético de Madrid y el Valencia ante las urgencias económicas de los colchoneros.

Y es que ambos equipos habían llegado al siguiente acuerdo. El Valencia pagaría 464 millones de las antiguas pesetas (2,77 millones de euros) por Torres pero el Atlético se guardó una opción para poder recuperar al futbolista si devolvía esa misma cantidad de dinero en el plazo de dos semanas.

Finalmente, no se llegaron a esas dos semanas ya que en apenas 10 días el club madrileño depositó la cantidad correspondiente de la cláusula de recompra y así fue cómo Fernando Torres fue jugador del Valencia durante 10 días.