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Hay muchas formas de patear un penal. Algunos le pegan fuerte al medio o a los costados rezando para que la pelota no se vaya a cualquier parte. Otros, prefieren hacer un toque sutil a un lado tratando de esperar al arquero hasta último momento para determinar la ubicación, y en los últimos tiempos se ha hecho muy común el tiro "a lo Panenka", que consta de picar la pelota.

Pero claro, en los últimos días apareció una ejecución de pena máxima distinta a todas las anteriormente citadas. Es una jugada sin precedentes, que rápidamente se volvió viral por la creatividad y la habilidad del hombre que lo hizo.

Al parecer, el ambiente es en una escuelita de fútbol y el ejecutor es uno de los profesores, ya que es visiblemente mayor que los demás. Antes de patear, le dejó el celular a uno de sus chicos y acomodó meticulosamente la pelota para tenerla en la mejor posición posible. 

Parecía un penal más, pero no. Amagó a patearle a la derecha del arquero, que se tiró inmediatamente, pero hizo un giro completo en el aire y, de taco y con todo el impulso con el que venía, se la ubicó al medio haciendo imposible la reacción del guardameta.

Inmediatamente, se lo fue a festejar en la cara al pobre chico, que se quedó sin respuestas, mientras todos en la cancha celebraban, atónitos, la magia que acababa de mostrar el hombre. Sin dudas, una belleza.