Skip to main content

En los últimos años, Gerard Piqué se ha convertido en la diana de la afición española. Partido sí, partido también en el que la selección jugaba en casa, el central terminaba siendo pitado. Ocurrió en 2015 ante Eslovaquia. En 2016 ante Liechtenstein. En 2017 ante Colombia y frente a Albania. La afición nunca ha dejado de pitarle. Ya sea por las discusiones con Arbeloa, o por mostrarse a favor de un referéndum de la comunidad catalana. 

5abe1c8374758f9cb7000002.jpg

Pese a los pitos, el blaugrana nunca ha dejado de mostrarse comprometido con España. Dentro y fuera del terreno de juego lo ha demostrado. "Es imposible poner en duda mi compromiso. Llevo aquí desde los quince años y considero esto una familia. Es una de las grandes razones por las que sigo aquí. Mi compromiso ha sido total en todos los sentidos. Me siento muy orgulloso de formar parte de la Selección. Que no duden de mi compromiso, me siento muy orgulloso” explicaba en una rueda de prensa. 

Pero la línea entre los pitos y los aplausos en el mundo del fútbol es muy fina. Quienes ayer te querían fuera, hoy te quieren dentro. Y eso le pasó a Gerard en la goleada ante la selección argentina. En el minuto 70, cuando fue sustituido, el Wanda Metropolitano aplaudió su actuación. Y uno de los que más se alegró, fue Andrés Iniesta, compañero en el club, quien también aplaudió. Conociéndose tan bien, seguramente el manchego se mostró contento con la actitud de la afición durante el cambio.

5abe1db8913da9d5b8000001.png

Ahora, Piqué espera formar parte de la lista para el Mundial. si no hay ninguna complicación, sabiendo que tiene el apoyo de la afición.