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Corría el año 2004 e Iniesta estaba dando sus primeros pasos con el FC Barcelona. Desde el primer día se vio que aquel centrocampista bajito, de tez blanca y algo tímido, tenía algo diferente al resto. Sin embargo, tenía por delante a todo un Deco, una leyenda del fútbol mundial, y los minutos se pagaban muy caros. Desde el Barça se llegaron a plantear su salida pero nunca en forma de traspaso, el objetivo habría sido cederle para que pudiera acumular minutos y madurar como futbolista.

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El candidato a su cesión era el Real Betis. Los verdiblancos estaban siendo entrenados, una vez más, por Serra Ferrer, que conocía a Andrés Iniesta de su etapa en el FC Barcelona y sabía de su potencial. El técnico habló con Txiki Beguiristain, director deportivo del Barcelona por aquel entonces, y con el padre del de Fuentealbilla. Finalmente la cesión no cristalizó y Andrés Iniesta se quedó en casa, haciéndose al primer equipo.

No sabemos cómo habría sido el futuro de Iniesta o del Real Betis si las negociaciones hubieran fructificado. La realidad fue que Don Andrés, con la humildad que lo caracteriza, decidió quedarse en su casa y seguir aprendiendo de los mejores y esperando su oportunidad. No la desaprovechó.