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El tiempo no para, es infatigable y no se detiene por nada ni por nadie, se han realizados innumerables investigaciones científicas para hallar la manera de viajar en el futuro o retroceder hacia el pasado, aunque solo se sabe de un cerebro que ha logrado disminuir la velocidad con las que corren las agujas del reloj.

Ese cerebro nació en Fuentealbilla y curso en la Facultad de “La Masía”, recibido con honores ha estado impartiendo cátedra con una maestría absoluta en Barcelona desde el 2004, además de realizar conferencias por todo el mundo y en donde ha salido ovacionado, como nunca hemos visto con ningún otro en su profesión.

En su teoría podemos apreciar cómo altera el tiempo, lo ralentiza a su favor, mientras los demás de los mortales seguimos girando a la velocidad de siempre. Todo se encuentra documentado en videos que reflejan rotundamente su hallazgo.

Ha recibido cientos de premios y halagos, solo se le ha resistido un premio, el que otorga una popular revista francesa, aunque hemos visto como el director de la publicación haya salido a pedir disculpas durante estos días porque nunca lo haya ganado.

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El tiempo pasa a pesar de hacernos creer que se podía detener y el emérito “Don Andrés Iniesta” ha decidido dejar de impartir clases con sus botas desde el FC Barcelona y nos va a dejar huérfanos, sobre todo a lo culés, que recién estaban cicatrizando la partida de Xavi en mayo del 2015.

Iniesta ha sido pieza fundamental para llevar a España a la cima del fútbol mundial, ingresando a la élite de las grandes potencias de la historia como Brasil, Alemania, Italia y Argentina. España debería declarar festivo el 11 de julio como “el día del Iniestazo”. Gracias, por tanto Andrés.