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España perdió en penaltis contra Rusia (3-4) tras un ajustado partido (1-1) en el que ambas partes no dieron el mejor futbol, pero en el que ambos merecían ganar. Al final, fueron los anfitriones los que pasaron por encima de los españoles.

El partido comenzó con poca tensión y poco fútbol por ambas partes. Apenas se había cumplido un cuarto de hora cuando un empujón de Sergio Ramos desestabilizaba al defensa ruso Ignashévich, tras una falta cometida ante Nacho, donde el capitán de La Roja lo aprovechó para marcar el primer gol de España en el partido y ponerse por delante del marcador.

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Rusia no se rindió, y tras varias oportunidades a puerta de España, la selección anfitriona aprovechó un descuido de Piqué tras un córner, a punto de terminar la primera mitad. El defensa tocó el esférico con la mano, tras un cabezazo de Dzyuba, el cual convirtió el penal concedido en el gol que empataba el partido para los rusos.

Tras una dura segunda parte, el peligro estaba sobre el área de la selección española, con Rusia atacando por los lados con Dzyuba y Golovin como referentes. El seleccionador español Fernando Hierro sabía que esa situación tenía que cambiar y meter a Andrés Iniesta para vitalizar y crear ocasiones en el terreno de juego. En el 67', el manchego entró al campo sustituyendo a David Silva. Fue entonces cuando tras un partido de idas y venidas, Iniesta casi logró batir al portero ruso Akinféev, tras un chute, que se fue cruzando de lado a lado la línea de la portería rival.

Aun tras los intentos y sustituciones que ambos equipos realizaron, no pudieron impedir irse a la prórroga, tras un duro pero seco encuentro, en el que ambas selecciones no encontraron el gol.

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Gracias al tiempo extra, ambos equipos han mostrado el nuevo sistema implementado por la FIFA este año: El primer cambio extra de prorroga en la historia de la Copa del Mundo. Por parte de Rusia, entró Erokhin, mientras que Rodrigo sustituyó a Marco Asensio.

España lo tuvo muy cerca para adelantarse en el minuto 108’, tras una jugada magistral de Rodrigo, yéndose por la banda, aunque finalmente, su disparo fue detenido por el arquero Akinféev. El partido estaba muy caldeado. Ninguno de los dos equipos quería perder. Y es que la anfitriona no se lo puso fácil a La Roja, la cual sufría para marcar contra Rusia.

Ni el intento de tiro de Rodrigo en el minuto 120’ pudo conseguir que España se enfrentase a Rusia en penaltis. La tanda de penaltis comenzaba, y estaba claro que ambos equipos iban a por todas. La victoria estaba en el aire.

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Finalmente, fue la anfitriona, Rusia, la que se llevó la victoria tras las dos intervenciones del arquero Akinféev contra Jordi Alba y Rodrigo, por 3-4 en penaltis. Una pena para España, de la que se esperaba que fuera a pasar a la siguiente fase, pero que tendrá que despedirse antes de tiempo de la competición mundialista.