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Bélgica es un país que cada año crece futbolísticamente. Tras varios años siendo una selección muy prometedora, este Mundial se ha consagrado con un histórico tercer puesto y con Courtois y Lukaku señalados como mejor portero y mejor delantero del torneo. 

El guardameta, que ya pasó por España para triunfar en el Atlético de Madrid, ha vuelto a nuestra liga para vestir la elástica blanca del Real Madrid. Su llegada es histórica para el fútbol belga, pues se ha convertido en el cuarto jugador del país en formar parte del club blanco.

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Courtois tenía motivos más que de sobra para volver a la capital de España. El primero y principal son sus hijos. Su expareja vive en Madrid junto a sus dos hijos y el guardameta quería volver a residir en Madrid para estar más cerca de ellos. Los lazos que le unen a la ciudad y su buen hacer en portería han conseguido que recale en el Real Madrid, algo insólito, pues hacía más de medio siglo que ningún futbolista belga jugaba de local en el Santiago Bernabéu.

Tres fueron sus predecesores, tres futbolistas de los que Courtois coge la herencia. Los otros dos que llegaron a debutar en el primer equipo fueron Fernand Goyvaerts y Carlos Maertens, ambos sin mucho existo. Y sí, no nos hemos equivocado diciendo dos, pues el tercero nunca llegó a debutar con el primer equipo. Edouard Kabamba, que fichó por los blancos hace nueve años, llegó con ficha del Real Madrid Castilla e intenciones de debutar en el primer equipo, nunca lo consiguió. Le deseamos a Courtois mejor suerte que sus predecesores.