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El Real Madrid realizó el verano pasado una de las mayores inversiones en el mercado desde la llegada de James Rodríguez en 2014. Pagó 45 millones por un jugador de 16 años desconocidos por todos y que aún no había sido si quiera titular en la primera plantilla del Flamengo, su anterior equipo. Este verano, con 18 años ya cumplidos, aterrizó en el Bernabéu y la pregunta ahora es ¿qué hacemos con él?

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En mi opinión, el brasileño debería quedarse en la primera plantilla del Real Madrid. Es un jugador único en la plantilla blanca, siendo el que más se le parece Gareth Bale o Lucas Vázquez, aunque tras lo visto en la pretemporada, Vinícius tiene el típico descaro brasileño a la hora de regatear. 

Es cierto que de irse cedido a otro equipo de LaLiga capaz disfrute de más oportunidades y gane experiencia en Europa, pero nadie le promete que ese sea suficiente para hacerse con hueco en la plantilla y si no que se lo pregunten a Odegaard o Enzo Zidane. El noruego es el caso más parecido. Llegó al Real Madrid con 16 años con la vitola de mejor jugador de la historia de Noruega y fue directo al Castilla de Zidane que por aquel entonces estaba en Segunda divsión, y alternaba los entrenamientos del filial con el primer equipo. Tras dos temporadas en las que solo jugó 90 minutos en un partido de Copa del Rey, salió cedido al Herenveen la temporada pasada y este año tampoco tiene sitio en el club.

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El caso del hijo de Zidane es parecido. El primogénito del ex entrenador estuvo a sus órdenes en el Castilla, lo subió al primer equipo pero tuvo que buscar oportunidades primero en el Alavés, luego al Laussane suizo y por último este verano fichó por el Rayo Majadahonda, recién ascendido a la segunda división española.

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El Real Madrid debería aprender de sus errores y mantener al jugador en su plantilla. Entrenar con los mejores del mundo en un club con las instalaciones y organigrama como los del equipo merengue puede ser mucho más favorecedor que la disputa de minutos en un equipo que este más interesado en mantener la categoría que en cuidar del jugador.

Vinícius tiene que quedarse para aprovecharse del saber hacer de Julen Lopetegui con jugadores jóvenes (su pasó por las categorías inferiores del Real Madrdi y de la selección española le avalan) y aprenderá día a día al lado de jugadores de la talla de Isco, Bale, Asensio, Sergio Ramos, Marcelo, etc.

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A pesar de que viene de haberse ganado el puesto de titular en el Flamengo, debe saber que no va a jugar más que los partidos de Copa y algunos minutos basura en liga, pero debe ser paciente. En la pretemporada disputó de una gran cantidad de minutos y pudo demostrarle al técnico de qué pasta está hecho. No debe quemar etapas, pero tiene que quedarse en el club y mamar los valores del Real Madrid para poder convertirse en un jugador franquicia de aquí a unos años y lidere el equipo junto a Isco, Asensio, Lucas y resto de jóvenes que actualmente conforman la primera plantilla.

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Su espejo debe ser el de Jesé. El canario debutó en 2011 con la primera plantilla pero no fue hasta 2013 que comenzó a alternar el filial con el primer equipo para terminar de dar el salto a la primera plantilla en 2014. Si las lesiones le hubieran respetado, la temporada del salto al primer equipo hubiera sido la de su explosión a nivel mundial.